La Institución ha hecho una apuesta clara y contundente por la sostenibilidad con una inversión de más de 800.000 euros en la instalación de placas solares fotovoltaicas, con el objetivo de avanzar hacia un modelo de consumo más responsable, reduciendo las emisiones y optimizando el uso de los recursos disponibles.
El centro de Sant Boi, con más de 125 años de antigüedad, ocupa una superficie de más de 52.000 m² y atiende cada año a más de 24.000 personas con problemas de salud mental y diversidad funcional de forma hospitalización y atención ambulatoria o comunitaria.
Fundació Hospitalàries Sant Boi (antiguo Hospital Benito Menni CASM), centro de referencia en la atención a personas con problemas de salud mental, ha logrado casi el 70% de la producción de energía a sostenible en plena ola de calor este mes de agosto. La Institución, servicio del sistema sanitario concertado con la Generalitat de Catalunya, incidió en su apuesta por la sostenibilidad y la reducción del impacto ambiental invirtiendo más de 800.000€ en la instalación de placas solares fotovoltaicas en los edificios de las diferentes unidades de hospitalización. El recinto, que consta de más de 52.000 m², tiene placas solares instaladas en las cubiertas de sus principales edificios que generan energía verde constante. A pesar de las diferentes olas de calor que ha sufrido todo Catalunya este mes de agosto y; tratándose de un complejo con centenares de pacientes hospitalizados que, evidentemente, ofrece un sistema de aire acondicionado durante el verano; el pasado 11 de agosto el sistema contabilizó de manera sostenida que casi el 70% del consumo energético del centro ya proviene de la energía solar, cifra que se ha mantenido en el tiempo. Las placas fotovoltaicas acabaron de ser instaladas el mes de junio de 2025 y ya funcionan a pleno rendimiento.
Por el compromiso en sostenibilidad de Fundació Hospitalàries Sant Boi, este es un hito clave por la gestión eficiente de la energía y un punto de inflexión en el camino hacia un hospital de futuro ‘verde’. Este compromiso se concreta en la incorporación progresiva de criterios de eficiencia energética en el funcionamiento cotidiano y en el análisis continuo de consumos para identificar posibles mejoras.
La instalación de placas fotovoltaicas en un hospital de Barcelona y su provincia es una decisión estratégica ante las cada vez más frecuentes olas de calor y el incremento sostenido de la temperatura. En temporadas de calor, el consumo eléctrico suele dispararse por el mayor uso de sistemas de refrigeración. La energía solar ofrece una fuente limpia, local y renovable que ayuda a afrontar este pico de demanda sin depender de la red externa. Además, ante picos de demanda y posibles interrupciones de suministro, los sistemas fotovoltaicos, especialmente cuando se acompañan de baterías, pueden mantener en funcionamiento equipos críticos como unidades de alta complejidad, laboratorios y farmacia o sistemas de monitorización. Los paneles generan electricidad a coste marginal próximo a cero, reduciendo facturas energéticas y liberando recursos para la atención al paciente. Además, disminuyen la impronta de carbono del hospital y se alinean con políticas ambientales y de salud pública.